Isi, Isi...

Es trístisimo que cuando más te inspires sea en brazos de lo que más quieres y sea llorando. ¿Es que a caso el sufrimiento nos inspira? En el fondo somos masocas y nos gusta sufrir... Todo el mundo busca su motivo para sufrir... Yo no le necesito, sufro por todo. Soy tan sensible que me afecta hasta lo del vecino que vive tres manzanas mas allá. Lo peor es mi miedo. Mi miedo a sentir. Y esto es gracias a ti, a la persona que me ha hecho impermeable, la persona que más me ha dolido aunque no lo quiera ver. Quieras que no eso repercute en el futuro. El alcohol viene bien para las herdias pero no para las puñaladas que se desangran. Ahora ha llegado alguien que se merece la gran oportunidad, se merece toda mi confianza, se que no miente y no lo hará nunca. ¿Por qué tengo miedo a que todo se rompa? No puedo evitar verle y abrazarle, aferrarme a él y desear que no me suelte, y sin que me vea, llorar. Llorar de miedo. Miedo a ser defraudada, engañada y manipulada otra vez, a pesar de estar cerciorada de que no pasará. Me quiere y de verdad. Pero... y si...