Justo a tiempo.

-Llegas tarde.
+No te quejes, yo te he estado esperando 17 años y no me he quejado todavía. ¿Donde has estado todo este tiempo?

Entre calada y calada va pensando una respuesta que va a marcar el momento.

- He estado siguiéndote, observando cada paso que dabas para que no cayeras.
+ Te odio, si que he caído y muchas veces. ¿Por qué no me cogiste?
-Tanteaba el terreno para en el peor momento de tu vida aparecer y darte la mano al borde de tu PRECIPICIO.
+ A eso me refiero no debiste esperar tanto, mi reloj se canso de dar vueltas sin sentido. Sobraron precipicios.
- Lo siento, pero ¿ahora?
+ ¿Ahora? No se lo que es ni a oscuridad, ni la sombra. Ni las balas ni las bombas. Ni el insomnio ni los charcos. Ni los "alejate de mi amor".
-Ahora ves el sol, te doy la luz que necesitas. Soy tu chaleco salvavidas. Amenizo con buena música y dulces caricias tus sueños. Y nunca te podría pedir que te alejaras. Ahora, ahora, ahora... Ni mañana, ni ayer. Dame tus hoy.