.)

sábado, 3 de septiembre de 2011

Posdata: te quiero.

Sólo necesitaban una llamada para quedar, a solas. Un "donde estás, ahora voy". Porque si algo les caracterizaba era esa facilidad de tenerse ganas y no poder evitar querer verse. Pero lo que realmente les hacía únicos, mágicos o como lo quieran llamar, era su capacidad peculiar de poder parar el mundo en un segundo. Sí, lo solían hacer nada más encontrarse, lo de su alrededor se quedaba quieto, sin importancia. Y eso es lo que les unía tanto, se necesitaban cuando necesitaban evadirse de la realidad, solo para eso, parar el tiempo.
Pero como toda filosofía tiene sus posturas en contra aunque sin intentos de separación. Más bien el poder psicológico que intentan tener algunas personas. Con ellos no lo consiguieron, ni lo conseguirán. Su filosofía es permanente y son fuertes a su postura. Mi consejo sería decirles que no lo intenten, es perder el tiempo, no hay más que mirarles a los ojos y ver sus miradas cuando se van acercando para rematarlo en un beso de "bienvenida a casa", ese brillo en los ojos pocas personas lo conocen y pocas personas lo consiguen tener. Por supuesto, ese beso vuelve aparar el tiempo y les da igual, no necesitan más para escapar de los problemas, cuando se separen sus miradas ya volverán. Los dolores, el daño, las tensiones, el estrés, y lo que conlleva esta vida que nos atrapa actualmente. Cuando están juntos desaparece, como si de magia se tratara.
Ella se ajusta perfectamente a sus brazos, tiene la marca en su cuerpo como Homer la tiene en el sofá.
Si la buscáis la podréis encontrar en su sitio favorito, donde huele a él, y ese sitio son sus mejillas, las mejillas que ella besa a diario y que no puede parar de oler.

No hay comentarios: